- junio 21, 2017
- in Artículos y publicaciones, EMPRESA, Insolvencia Empresarial - Asesoría y consejos
- by IURE Abogados
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Derecho News publica el artículo de nuestro compañero Carlos Pavón Neira acerca de la transmisión de unidades productivas como vía de solución para garantizar la continuidad de la actividad y el mantenimiento de los puestos de trabajo de la empresa cuando ésta sufre graves dificultades económicas, viéndose abocada al conurso de acreedores, a raíz de su insolvencia.
Así pues, cuando una empresa atraviesa una situación de dificultad económica en la que su continuidad se ve comprometida, debe realizar un análisis profundo y objetivo de su actividad, de cara a determinar en qué condiciones podría mantener o mejorar su supervivencia, ya que en ocasiones, las empresas con excesivo endeudamiento esconden un negocio viable atrapado en una sociedad insolvente. Esto suele ser resultado de un alto nivel de deudas que ahogan la viabilidad del negocio.
Es importante que el empresario conozca todas sus opciones, y en estos casos, una opción aconsejable para garantizar la continuidad de la empresa consiste en transmitir la unidad productiva a una tercera sociedad en el marco de un concurso de acreedores, pues al llevar a cabo dicha transmisión dentro del procedimiento de concurso de acreedores, no existe la subrogación de deudas de la sociedad transmitente a la adquirente, con excepción de las laborales y de Seguridad Social.
En la práctica, y de la mano de un asesoramiento adecuado, la efectividad de dicha transmisión puede operar en pocos meses, sin necesidad de que el concurso de acreedores se extienda durante años, en tanto que la normativa concursal favorece este mecanismo desde el primer momento de la declaración en concurso de la empresa deudora, configurando el proceso concursal como la vía idónea para lograr una transmisión del negocio a una tercera sociedad, sin riesgo de sucesión empresarial a efectos del endeudamiento.
El análisis de las causas que han podido llevar a una empresa a una situación de dificultad económica puede llevarnos a identificar una causa estructural que aconseje, como vía legal de actuación, el inicio de un proceso concursal de liquidación. Así, por ejemplo, la retirada de las ayudas gubernamentales que se establecieron de inicio para las empresas de energías renovables conllevó el inicio de procesos concursales de liquidación en aras de lograr un cierre ordenado de las empresas sin responsabilidad de sus órganos de administración, por las deudas insatisfechas.
Un cierre ordenado a través del cauce de la liquidación concursal, posibilita el inicio de una nueva andadura empresarial sin riesgo de sucesión y, por tanto, sin derivación de deudas de la empresa anterior, pudiendo participar incluso en la liquidación de la empresa adquiriendo activos de su interés a valor de liquidación.