El juez del Juzgado de lo Mercantil Nº 10 de Madrid deberá decidir, tras la celebración de una vista oral, si declara a Funnydent en concurso de acreedores o no, en virtud de la solicitud presentada por un acreedor.

El administrador de la compañía podrá acudir a la vista oral con el fin de presentar sus alegaciones.
El acreedor —empresa de fabricación de vidrio que instaló la cristalería de las clínicas de Funnydent— estima que Funnydent le debe más de 85.000 euros, y que ante el impago no solo de su crédito sino de más proveedores, empleados y Administraciones Públicas, procede la declaración en concurso de la compañia deudora.

Esta empresa de cristalería acreedora de Funnydent opina que declarar el concurso «es la única oportunidad de que los numerosos acreedores puedan cobrar las deudas que las entidades demandadas —en referencia a las distintas sociedades de la firma— tienen contraídas». Así pues, ha solicitado que se considere el concurso de las mercantiles Grupo Éxito Dental 2015, Madrid Zona Norte, Catalunya Dental y Dental Salud, enmarcadas todas ellas bajo el nombre de Grupo Funnydent. «Operan como una caja única, comparten domicilio social y existe confusión de patrimonios entre ellas», afirma el acreedor, que dice tener facturas emitidas por el fabricante de vidrio a nombre de una compañía que luego eran abonadas por otras.

Sin embargo, no es solo el concurso lo que reclama el fabricante de cristales en su escrito, admitido a trámite el pasado marzo y aún pendiente de que el juzgado fije fecha para la citada vista oral. El escrito de GVM denuncia también la posible existencia de un alzamiento de bienes por parte de la empresa deudora e investigada. Este acreedor en sus declaraciones a diversos medios de prensa afirmó que es posible que se esté intentando una liquidación encubierta y extralegal de los activos de la sociedad. Las sociedades deudoras no pueden declararse en insolvencia extrajudicialmente y, como pretenden, vender sus bienes para pagar deudas, ya que ello supone un tratamiento desigual a los acreedores, cuyos créditos deberán ser satisfechos conforme dispone la ley concursal.

El dueño de los centros odontológicos fue detenido el pasado enero después de cerrar repentinamente todas sus instalaciones ubicadas en Madrid y Barcelona. La Policía Nacional registró las dependencias de Funnydent y se incautó de ordenadores, documentación e incluso vehículos propiedad de López Vivar. Más de 2.700 clientes resultaron perjudicados por la decisión del gerente de la mercantil.

Fuente: El Confidencial

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