Después de más de 2 años de moratoria concursal (no existe el deber de declarare en concurso aún a pesar de encontrarse en situación de insolvencia – imposibilidad de cumplir regularmente sus obligaciones-), llega la hora (si una nueva moratoria no lo impide), de acogerse al concurso voluntario de acreedores.
Sucedía hasta que se dictaron dichas moratorias concursales, que todo deudor (persona física o empresa), tenía el deber de presentar su concurso a los 2 meses de detectar que su situación de impagos era generalizada e irreversible.
La pandemia, que introdujo una serie de mecanismos para apuntalar la economía (ERTES e ICOS principalmente), vino a decir, que dado que la situación de insolvencia de muchas empresas era un mal general y reversible, no procedía que la insolvencia transitoria derivada de causas exógenas (pandemia), conllevara la liquidación en masa de tantas y tantas empresas.
Como la pandemia en sus orígenes era impredecible acerca de su magnitud y temporalidad, varios fueron los Reales Decretos dictados con carácter de urgencia, que prorrogaron ese deber de declararse en concurso (moratorias concursales).
A mayo de 2022, todo parece indicar que ya no se dictarán más moratorias. Y ello porque, por un lado, la economía ha entrado en senda de crecimiento continuado, a pesar de la inflación y de aspectos geopolíticos (como la guerra en Ucrania), y por otro, los ICOS, ya no cuentan con más periodos de carencia en la amortización del capital, y los ERTES han pasado a mejor vida.
Nada hace pensar pues, que la moratoria que concluye en junio tenga prevista una nueva prórroga.
¿Qué hacer pues en estas fechas si su empresa se encuentra zombi y por tanto impagando a sus acreedores, y acaso cerrada su actividad?
Lo aconsejable es que en estas fechas regularice su situación fiscal y contable, deposite sus cuentas en el Registro Mercantil y ordenadamente presente un concurso voluntario de acreedores, que al menos inicialmente, le evite males mayores si no lo lleva a término.
Las estadísticas de concursos de estos años pandémicos han sido relativamente bajas (si se compara con las empresas que han podido cerrar sus puertas). Ahora que se espera que concluya la última moratoria concursal aprobada por el Gobierno, se espera una avalancha de concursos voluntarios.
Si es su caso, no espere a última hora para presentar ordenadamente su concurso voluntario.
Desde IURE ABOGADOS creemos que, para evitar los riesgos y responsabilidades derivadas del concurso, hay que analizar una serie de factores, que eviten los mismos y ello requiere de tiempo y profesionales expertos en esta materia tan compleja como es la materia concursal.